Queremos ser “alumnos mediadores” para ayudar a reducir el número de conflictos que se producen a la hora del recreo,
desarrollando nuestras habilidades sociales y la responsabilidad; favoreciendo el trato entre alumnos, sabiendo escuchar y hablar en situaciones de enfado o discusión cooperando para cambiarlas sin juzgar, respetando la confidencialidad, estando siempre disponibles y sabiendo pactar. También debemos observar si alguna persona se siente sola o disgustada, intentando averiguar si es una situación puntual o se repite a menudo, y por último comunicarlo a la coordinadora de convivencia o profesores encargados.